 (Fragmento de mi conferencia "¿Puede una Actitud no ser Buena ni Mala?") Dr. Juan Pablo Aguilar “Dr. Actitud” #DrActitud Por lo general, cuando hablamos de nuestra actitud (o de la de los demás) decimos que es buena o mala (o en todo caso, positiva o negativa). Pero ¿es esto suficiente para describir la actitud? Si partimos de que la actitud es una manera más o menos duradera de sentirnos respecto a algo, la cual influye en cómo pensamos y actuamos frente a cierto tema, persona o situación, nos daremos cuenta de que existen una enorme cantidad de posibles actitudes: cientos o, tal vez, miles ¿Cómo las llamamos entonces? Mi propuesta es nombrar las actitudes con un calificativo y explicando hacia qué (o quién) se dirige, por ejemplo: una actitud pesimista ante los retos; una actitud entusiasta hacia el deporte, etc. Pero ¿no necesitamos a veces decir si una actitud es la correcta para algo o si sería mejor cambiarla? Para eso, sugiero clasificar la actitud según el tipo de resultados que está generando en Productiva, Reductiva o Reactiva:  La Actitud Productiva es la que nos genera más y mejores resultados; es más que sólo tener una actitud positiva (que sólo significa ser optimista o buscar el lado bueno de las cosas) porque implica pasar a la acción, buscar cómo lograr obtener lo que deseas o necesitas, aunque la manera no siempre sea la más fácil o cómoda. Por su parte, la Actitud Reductiva es lo opuesto de la actitud productiva, es estar buscando activamente las razones por las que las cosas no se podrían hacer; le di ese nombre porque hace que, aun teniendo todos los recursos necesarios, los resultados sean menores que los esperados (o nulos). Finalmente, la Actitud Reactiva es la actitud más común, es la que se convierte en productiva o en reductiva dependiendo del entorno; de lo cual, por lo general, no nos damos cuenta. Por último, quiero mencionar que las personas pueden ser conscientes o no del tipo de actitud que tienen y que, por lo general, si cambian de una actitud productiva hacia una reactiva o reductiva lo hacen de manera inconsciente mientras que, para pasar de una actitud reductiva o reactiva a una productiva, se requiere un esfuerzo consciente.  En conclusión: existen incontables tipos de actitudes y ser capaces de describirlas con más detalle que sólo decir “buena actitud” o “mala actitud” es el primer paso para poder conocerlas, comprenderlas y aprender cómo elegir la que más nos conviene. Dr. Juan Pablo Aguilar, "Dr. Actitud". Especialista en Reingeniería Actitudinal. Escritor y conferencista internacional. www.DrActitud.com #DrActitud Si llegaste hasta aquí 🏆, es muy probable que te gusten mis libros ¡Te invito a conocerlos! Haz click aquí 📚 para ir a la Librería Virtual del Instituto de Reingeniería Actitudinal  Los comentarios están cerrados.
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